La resolución de los conflictos por medio del diálogo busca impedir recurrir a actos de violencia que sometan al otro. Sin embargo, la realidad en el común de los casos, es que esas palabras solo aparecen cuando alguna de las dos partes ha sido ya sometida o diezmada por el uso de la fuerza; lo que se negocia es, pues, la rendición del otro para poner fin a la presión militar.